viernes, 21 de octubre de 2016

Cómo elogiar a los niños...


Los elogios son parte importante de la educación de los niños y niñas. El elogio es el reconocimiento de los méritos o cualidades de una persona, mediante expresiones, gestos, actitudes,…. A través del elogio le decimos al niño o la niña sus cosas favorables, le hacemos saber que han hecho bien y, lo que es más importante, que nos hemos dado cuenta y lo valoramos. Elogiar al niño y la niña es muy importante para su desarrollo, ya que contribuye a fomentar el desarrollo de una sana autoestima, y favorece la confianza.


La importancia de los elogios

Los elogios deben acompañar la educación del niño y la niña. Es muy importante evitar los reproches, o al menos combinarlos en igual medida con los elogio. Con un elogio conseguimos muchísimo más que con los reproches, veamos los beneficios de los elogios:
  • A través del elogio alimentamos la autoestima del niño/a.
  • Le hacemos ver que nos hemos dado cuenta de que lo ha hecho bien y de que lo valoramos.
  • Con el reproche creamos tensión y, sin darnos cuenta, atacamos su autoestima, en cambio con el elogio conseguimos un sentimiento de bienestar y eliminamos tensiones.
  • Los elogios ayudan a la construcción de un autoconcepto sano y ajustado.
  • El elogio contribuye al desarrollo de la confianza y la seguridad en sí mismo. Aprenderán a creer en sí mismos.
  • Los elogios favorecen los aprendizajes, ya que les animamos a seguir por el mismo camino, a no tener miedo de probar cosas nuevas.
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Cómo elogiar al niño
 Cómo elogiar a los niños y niñas
Cierto es que los elogios tienen muchos beneficios para la educación de los niños y niñas. Sin embargo, también es importante saber elogiar a los niños y niñas. Si no elogiamos de manera adecuada podemos eliminar los beneficios y lograr los efectos contrarios. Veamos algunas pautas para elogiar a los niños y las niñas.
  • Elogios creíbles y realistas. El primer punto a tener en cuenta es que los elogios han de ser creíbles por el niño o la niña, es decir han de ser realistas. Es muy importante que los niños y niñas perciban que nuestra valoración favorable es real y no supone un intento de hacerles sentir bien. En lugar de elogiar todo lo que hagan, trata de elogiar cuando suponga un reto para ellos.
  • Elogios no demasiado exagerados. Este punto está en relación con el anterior, un elogio exagerado puede parecer forzado. Nuestros pequeños no son tontos y perciben esas cosas, pudiendo llegar a interpretar de forma errónea el elogio.
  • Elogios centrados en el proceso y no en el resultado. Por ejemplo cuando el niño o niña aprende a atarse los cordones podemos elogiarle diciendo “me gusta cómo te has esforzado y has aprendido a hacerlo solo” en lugar de “que bien te has atado los zapatos”. Con la segunda opción nos centramos en el resultado y conseguimos que cada vez que el niño o niña se ate los zapatos busque nuestro elogio, en cambio con la primera opción nos centramos en el proceso y le animamos a seguir buscando nuevos aprendizajes y esforzarse.
  • Cuando no logre algo, evitaremos reproches y le animaremos a seguir intentándolo. En relación con el punto anterior podemos señalar que en estos casos podemos elogiar el esfuerzo y los acercamientos al objetivo, como decíamos antes, nos centramos en el proceso y no en el resultado.
Celia Rodríguez Ruiz

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