Es normal que los niños, niñas y adolescentes se opongan a las normas y las desafíen. Sin embargo en algunos casos, la oposición y la negativa, así como los desafíos son demasiado frecuentes e intensos, ocurren de manera persistente y recurrente. Es un trastorno o patrón de actuación que puede tener graves consecuencias en el desarrollo de los niños y niñas que lo padecen. Es fundamental conocer este trastorno, así como algunas pautas para lidiar con él y fomentar un desarrollo más adaptativo.
¿Qué es el trastorno negativista desafiante?
La organización mundial de la salud, y los principales manuales diagnósticos señalan el trastorno negativista desafiante como un pauta de comportamiento recurrente que se caracteriza por el continuo desafió de las ordenes y de la autoridad, un afán constante de comprobar los límites, discusiones, hostilidad hacia adultos y también iguales. Es un patrón que se presenta por un periodo superior a seis meses y que difiere del comportamiento habitual de otros chicos o chicas de su edad.
Criterios Diagnósticos del Trastorno Negativista Desafiante
El Manual Diagnostico de la APA, el DSM IV, recoge los siguientes criterios diagnósticos para el trastorno negativista desafiante.
- Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de las siguientes conductas
- A menudo se encoleriza e incurre en pataletas.
- A menudo discute con adultos.
- A menudo desafía activamente a los adultos o se rehúsa a cumplir sus demandas.
- A menudo molesta deliberadamente a otras personas.
- A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.
- A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros.
- A menudo es colérico y resentido.
- A menudo es rencoroso o vengativo.
- El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral.
- Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.
- No se cumplen los criterios de trastornos disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco de trastorno antisocial de la personalidad.
Consecuencias del trastorno negativista desafiante
- Es un trastorno que interfiere en sus relaciones interpersonales, en la dinámica familiar y en su rendimiento académico.
- Baja autoestima, labilidad emocional.
- Poca tolerancia a la frustración.
- Uso temprano de alcohol, tabaco y sustancias ilegales.
- Es común que aparezca con otros trastornos como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, también se puede asociar a trastornos del aprendizaje y de la comunicación.
Consejos para tratar con el trastorno negativista desafiante.
- Establece normas en consenso con el niño/a o adolescente. Es importante que ellos estén de acuerdo con las normas y ayuden a establecerlas. Resulta de gran utilidad anotarlas en una hoja o cartulina y dejarlas a la vista.
- Favorece un clima de confianza: trata de hablar con él/ella, mírale a los ojos, practica la escucha activa, etc.
- Ayúdale a reforzar su autoestima, evita juzgar, comparar o etiquetar.
- Mantén los límites con firmeza y cariño.
- Ayúdale a encontrar la relación entre sus emociones y conductas desafiantes y poco a poco ayúdale a desarrollar nuevas conductas.
- Anótale lo que se espera de él y lo que no.
- Acude a un especialista o médico que pueda orientaros o ayudaros en el proceso.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
Publicado en la web: Educa y aprende.
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