La infancia es el periodo de desarrollo emocional, donde se asentarán las bases para el desarrollo futuro, a lo largo de esta etapa de desarrollo es normal que aparezcan algunos problemas emocionales. Los problemas emocionales en la infancia suelen ser fuente de malestar importante en los niños, y se convierten en un motivo de preocupación para las familias.
Si dichos problemas no se tratan de manera adecuada permitiendo que el niño desarrolle estrategias de regulación emocional que le permitan afrontar sus dificultades, pueden incrementar su intensidad y la severidad de los síntomas, convirtiéndose en trastornos que afectan al niño y al adulto.
¿Cuáles son los principales problemas emocionales en la infancia?
Es muy importante saber cuáles son los principales problemas emocionales de la infancia, ya que una detección temprana es clave para afrontarlos y fomentar el desarrollo de estrategias que sustenten una competencia emocional adecuada.
Los problemas emocionales en la infancia se pueden clasificar en dos grandes grupos:
Problemas emocionales internalizantes. Serían los problemas relacionados con la interiorización emocional, y se manifiestan en somatizaciones, inseguridad, dependencia, timidez, miedos y fobias, tristeza, preocupación excesiva, inestabilidad, obsesiones, etc.
- Hace referencia a los problemas de relacionarse con los demás. Se trataría de una timidez en exceso que hace que los niños eviten el contacto social con los demás.
- Somatización. Es un problema que consiste en la expresión física de problemas emocionales internos a través de dolencias diversas (dolores de cabeza, estomago, pecho, abdomen, mareos, etc.), sin que exista una causa física.
- Estado de nervios y tensión que puede producirse ante una situación específica o de forma permanente y suele estar asociado a preocupación excesiva. La ansiedad es un problema muy común en la infancia y se pueden distinguir a su vez diferentes patologías: ansiedad por separación, fobias, etc.
- Excesiva dependencia hacía otras personas, normalmente hacía las figuras de apego, lo que suele dar lugar a comportamientos más infantiles de los esperados.
- Depresión infantil. Tristeza muy intensa y generalizada, que supera lo esperado en niños de su edad. Se trata de un estado afectivo de tristeza, desgana, falta de interés, etc.
- Problemas de pensamiento. Desarrollo cognitivo diferente que da lugar a pensamiento raro, incoherente, sin lógica.
Problemas emocionales externalizantes. Serían los problemas de conducta, que se caracterizan por un escaso control de las emociones y se manifiestan en dificultades en las relaciones interpersonales, dificultades para el respeto a las normas y reglas, irritabilidad, conductas agresivas, etc.
- Las rabietas son uno de los problemas externalizantes más frecuentes de esta etapa y se relaciona con la escasa tolerancia a la frustración y sus dificultades comunicativas propias de la etapa evolutiva.
- Problemas de atención/hiperactividad. Niños que muestran dificultades para concentrarse y mantener la atención, son niños muy movidos, que cambian de tarea constantemente y tienen un gran nivel de activación.
- Conducta perturbadora. Conducta disruptiva, no siguen normas, desobedecen, etc. Su comportamiento sigue un patrón de falta de disciplina.
- Rendimiento académico. Son problemas que pueden aparecer al final de la etapa, y se caracteriza por falta de motivación e interés por tareas escolares.
- Conducta violenta. Conducta de agresividad intencionada, trata de hacer daño físico a otros, rompe juguetes, etc.
Los problemas externalizantes son los más comunes, sin embargo, son los problemas externalizantes los que se convierten de manera más frecuente en motivo de preocupación y atención.
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